jueves, 6 de enero de 2011

Miscelánea (II)

Escribir misceláneas permite mezclar en un pequeño escrito varias materias aparentemente inconexas. Algo así como la casa en la que vivimos y vamos acopiando, año tras año, hermosos y tristes recuerdos, maravillosos objetos, viejos trajes, ropa que ya no nos pondremos más, camisas raídas que repetimos una y otra vez, chistes sin gracia, momentos mágicos, sonrisas de niños, sollozos de mujer, risas, desengaños, pequeños triunfos, sonadas derrotas. Todo eso cabe en nuestra casa y por eso, cuatro paredes, se transforman, casi sin percibirlo, en el único lugar del mundo en que sabemos realmente quienes somos: menos soñadores, menos fuertes que lo que otros piensan. Hombres y mujeres abrumados, muchas veces, por el acontecer de nuestras vidas y la colisión perpetua con la de otros.

Una vez más los Reyes Magos han llegado a mi casa y una vez más, mágica, ingenua y maravillosamente, había niños esperándolos.

No se me ocurre mejor manera de concluir esta entrada de hoy. Ya mezclaré en otro día, materias aparentemente inconexas.

Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com/

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