viernes, 22 de junio de 2012

Liao Yiwu y los CAMInadores de MUERtos




Dedicado a los que fueron asesinados el 4 de junio 1989 en la plaza de Tiananmen


"MASACRE" 


Una masacre está ocurriendo
En ésta nación de la Utopía
Donde el Primer Ministro pesca un resfrío
La masa tiene que estornudar para seguirlo
La ley marcial es declarada y aplicada
La máquina envejecida y desdentada del estado está rodando sobre
Aquellos que se atreven a resistir y se rehúsan a estornudar
Caídas por miles manos desnudas y desarmadas
Asesinos armados están nadando en sangre
Prenden fuego a casas con ventanas y puertas cerradas
Pulen sus botas militares con la falda de una muchacha asesinada
Echan a patadas a propietarios que ni siquiera tiemblan
Los robots sin corazón nunca tiemblan
Su cerebro está programado con un proceso
Una orden defectuosa
Representar a la nación para desmembrar la constitución
Representar la constitución para matar la justicia
Representar a las madres para sofocar a los niños
Representar a los niños para sodomizar a los padres
Representar a las esposas para asesinar a los maridos
Representar a los ciudadanos para bombardear la ciudad
Abran fuego, abran fuego, abran fuego
Disparen a mujeres, estudiantes y niños
Disparen a trabajadores, profesores y vendedores
Acribíllalos con balas
Apuntando a esos rostros enojados, rostros espantosos, rostros retorcidos, rostros abatidos y rostros tranquilos
Disparen con desenfado
La efímera belleza de los rostros en movimiento hacia ti como olas de marea
La eterna belleza de esos rostros que se dirigen hacia el cielo y el infierno
La belleza de convertir humanos en bestias
La belleza de seducir, violar y pisotear a tus conciudadanos
Eliminar la belleza
Acabar con flores, bosques, campus universitarios, el amor, y el aire puro
Disparen, disparen y disparen…
Me siento bien y me siento superior
Vuela esa cabeza
Quema el pelo y la piel
Deja que el cerebro estalle
Deja que alma salga a borbotones
Y salpique el puente, la valla y la calle
Y salpique hacia el cielo
La sangre se transformó en estrellas y las estrellas están corriendo
El cielo y la tierra están al revés
Cascos brillantes como estrellas
Las tropas son expulsadas de la luna
Disparen, disparen, disparen
Los humanos y las estrellas están cayendo y corriendo
Indistinguible, cuáles son humanos y cuáles son estrellas
Las tropas los seguían hacia una nube, hacia las grietas en la tierra...

Vivimos bajo la brillante luz del sol
Pero hemos perdido nuestra visión
Nos encontramos en una calle, tan ancha
Pero nadie puede dar una zancada
Resistimos en una multitud, supuestamente ruidosa
Pero la gente abre la boca sin sonido,
Torturados por la sed
Pero todo el mundo rechaza el agua.

Estos sobrevivientes de la masacre
Sin precedentes son esos hijos de puta.


(Traducido del chino por Wen Huang)
(Traducido del inglés por D. Fardel)



Por escribir y divulgar por internet este poema, este extraordinario escritor de nombre Liao Yiwu, pasó 4 años en las cárceles chinas. Lo torturaron hasta que la presión internacional consiguió su liberación. Ayer recibió el Premio de la Paz de los libreros alemanes, país en el que ahora ha fijado su residencia. 

Si los escritores lo son por tener y crear un mundo mágico y personal, Liao Yiwu es un escritor enorme. Hoy he sabido de él gracias a la contratapa del diario argentino Página 12, a través de un artículo de Juan Forn. Una de las historias me ha impresionado especialmente: los caminadores de muertos, gente cuyo trabajo es trasladar muertos a pie cientos de kilómetros, para enterrarlos en sus pueblos natales, contra la política del gobierno. Hombres que se atan las piernas del muerto a las suyas, la cintura del muerto a los suyos, se tapan con un mantón y se lanzan a caminar incansablemente. 

Forma parte la historia del libro Entrevistas con Personas del Ultimo Escalón de la Sociedad. De los rincones de su país rescató 27 historias increíbles: ladrones de tumbas, limpiadores de baños, leprosos, músicos ciegos callejeros, sonámbulos, monjes mendigos, maestros feng-shui, lloradores profesionales, caminadores de muertos. 

Luis Cercós (LC-Architects)