lunes, 24 de junio de 2013

José Cruz Ovalle (Santiago, Chile, 1948)


José Cruz Ovalle, último Premio Nacional de Arquitectura del Colegio de Arquitectos de Chile (2012), estudió en la Universidad Católica de Valparaíso, aunque finalizó sus estudios en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (España). En 1975 abrió estudio en España. En 1987 regresó a Chile y desde 2000 comparte taller con su mujer, Ana Turell, y con los arquitectos Hernán Cruz y Juan Purcell Mena.

En junio de 2013 estuvo en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, invitado por la Bienal Iberoamericana. Habló de arquitectura, filosofía y lenguaje, temas que me interesan especialmente.

A propósito de la sobrevaloración de la imagen:

Una imagen no vale más que mil palabras. Las palabras son necesarias. Explican el mundo. 

En su juventud, emigrante en Barcelona, conoció al filósofo Eugenio Trías, con quien entabló amistad:

Pensamos con el lenguaje, sin él no podemos pensar. Que el pensamiento avance, se vuelva y se revuelva es propio de la filosofía y sin él estamos cojos. Una obra (también de arquitectura) es y siempre será como se ha pensado. Podrá destruirse, pero su pensamiento permanece. 

Los oficios perdieron sus propios lenguajes y sin ellos no pueden pensar. 

Maestro de una profesión de hombres y mujeres maduros, la arquitectura, habló de las ventajas de empezar a construir tarde:

Hoy parece que todo cuanto más rápido es mejor. Con la inmediatez de internet parece que uno puede acceder a todo, pero no es verdad: el mundo a través de internet no queda impreso en nuestra vida. Todo lo que llega fácil, se va fácil. Muchas cosas en la vida suceden porque dudamos. Si uno se da un tiempo para pensar, puede pasar de la ansiedad por ponerse a construir a entender todas las dimensiones que construir tiene. Hasta mis 40 años, arquitecto joven como era, hice algunas obras preparatorias, menores, cuando estaba en España. De ellas vivía. 

La arquitectura es un arte de hacer favorable lo desfavorable. También es concepción del mundo, no solo edificación. Tenemos que dejar de diferenciar entre arquitectura y construcción y llevar el pensamiento, el cuidado y la intención arquitectónica a todo lo que se construye. La arquitectura no puede seguir teniendo más que ver con la educación, el arte o el dinero, que con la propia sociedad. Hoy no hay limites. Hoy alguien sin ningún talento puede llegar a ser un pintor de éxito porque el mundo no tiene una medida única de las cosas. La medida es múltiple. Puede haber tanta arquitectura como modos de hacer arquitectura. Tanta arquitectura, como arquitectos. No hay modelos. La masa llega a todo. Todo es masivo. 

José Cruz Ovalle, un arquitecto y un filósofo. Un maestro.

Luis Cercós
Santiago, Chile
Fuente: El País, edición América Latina, 13 de junio de 2013