La restauración de arquitectura
es también arquitectura y en consecuencia, un ejercicio fundamentalmente
intelectual que tiene por objetivo principal devolver a la sociedad una imagen
vigente de una pieza parcial o totalmente desvirtuada. Evidentemente, en
caso de que la pieza de arquitectura no hubiese perdido su esencia o su salud -ya en su totalidad o bien en alguna de sus partes-, no sería necesaria su
restauración.
No estamos hablando, aquí y ahora, de rehabilitación, reparación, reciclaje o reforma, sino de restauración. Y en el caso de “restauración de un monumento”, estamos hablando –además- de proteger los valores documentales del inmueble y no solo su forma y/o su función.
En consecuencia, como ejercicio
proyectual, la restauración de arquitectura exige una decisión final de
carácter subjetivo basada, eso sí, en la mayor cantidad posible de evidencias
objetivas (caracterización de materiales, conocimiento de las técnicas
tradicionales, análisis del momento histórico en que se construyó, estudio de patologías,
diagnóstico).
O lo que es lo mismo, los
documentos internacionales y las leyes de patrimonio al servicio de la
restauración de un monumento y no al revés.
Y por supuesto: renuncia absoluta
de la falsificación.
Luis Cercós
Santiago, Chile
Fotografías: "La Redonda". Taller de reparación ferroviario de Santa Fé, Argentina.
